Francisco Amador/ Opinión
Marianocho es, para quien no lo conozca, el protagonista de la última superproducción de PPisney, una productora de ficción y animación española que acaba de sacar Marianocho, el político mentiroso, una película compleja y de alta originalidad. Como suelen hacer las grandes producciones eligen la fecha clave para su lanzamiento y PPisney no podía ser menos, eligiendo las pasadas fiestas navideñas para dar a conocer a su personaje. La campaña de lanzamiento del film ha sido maravillosa y han aprovechado el hambre y la miseria de cinco millones de ilusiones rotas que ansiaban ver la película.
Marianocho, el protagonista¸ es un entrañable personaje de barba blanca, corazón de madera, puño de hierro y seso frío. Estaba un día sentado a la derecha de su padre, Aznarpetto, que al contrario que su hijo estilaba bigote y tupé grasiento, mientras conversaban del trabajo de papá. Aznarpetto contaba a su hijo que él había sido presidente de un país llamado España y Marianocho asombrado preguntó, - “¿Y cómo llegaste tan lejos papá?”-, el padre que no confiaba mucho en su hijo le contestó – “Diciendo a la gente lo que querían escuchar y haciendo lo que me venía en gana, hijo”-.
Al tiempo, cuando Marianocho se hizo mayor pensó que quería ser como papá, un político de “alturas”. El problema fue que Aznarpetto dejó de ser querido por los ciudadanos cuando los metió en una guerra absurda y más felices eran. Una bomba truncó el sueño de Marianocho cuando apenas quedaban horas para ser como papá. Casi ocho años después Marianocho consiguió cumplir su sueño, tal y como le habían dicho, “diciendo a la gente lo que querían escuchar y haciendo lo que le venía en gana”.
Este es el principio del apasionante film de animación y ficción que nos trajo PPisney en Navidad. La trama, y no quiero destrozarles la película, va sobre impuestos y mentiras. Marianocho, con la lección bien aprendida, llegó al poder diciendo que no subiría los impuestos y tardó apenas dos semanas en subir el IRPF y el IBI. Avanzada la película, la trama se complica con nuevas mentiras y Marianocho, muy supersticioso, saca su amuleto de la suerte, la Tijera del Bienestar, para salir adelante.
El final mejor no os lo cuento, pero ya os anuncio que en marzo de 2012 PPisney nos traerá una nueva entrega de la saga Políticos Mentirosos, esta vez el protagonista será un pijo sevillano, canoso y con la ceja arqueada. Cuando me enteré, me entró una mijita de repeluco. La última película que vi fue un thriller de mal gusto y su protagonista tenía una secta llamada el Club de la Ceja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario